Vengo a contar un tema. Es una historia increíble pero real, porque lo he visto en la web de la revista The New Yorker, información contrastada y seria donde las haya.
Resulta que un estaba Nicholas White (más conocido como Nicolás Blanco) trabajando como todos los putos días, de su puta vida, de su puta existencia en un edificio de Nueva York y se le escurrió bajar a la calle a fumarse un cigarrito (Que malo es el tabaco...), cuando volvía a su puesto de trabajo el ascensor se paró y estuvo así nada más y nada menos que 41 horas. Para haberse matao... Por lo visto el tío mientras esperaban a que le abriesen meo, durmió, hizo gimnasia, aprendió ruso, se sacó FP de electricista... No me gustaría haber estado en su lugar, la verdad.
Ahora, el ascensor no, pero las cámaras de seguridad funcionaban de puta madre y aquí tenemos el video del delito, a cámara rápida claro. En 3 minutos se resumen los casi dos días que estuvo este hombre encerrado en el ascensor. Es un método cojonudo para dejar el fumar. Este no se ha vuelto a fumar un cigarro ni en una boda.
Y la noticia del New Yorker aquí >
PD. Si no te llevas bien con las cometas, recuerda cuando te crecieron
las tetas
las tetas
Nizár O_O
No hay comentarios:
Publicar un comentario